Sunday, April 22, 2007

La cena de los jueves (mucho glamour)


Las bases de este rito lo aprendí la primer vez que viajé a Madrid a hospedarme en la casa de Amo Buddha, cuando él vivía allá. En aquel momento la anfitriona era Black Mamba. Tengo que confesar que ahora que yo hago de anfitriona, nunca lo hice tan bien como ella, con tanta elegancia.
Cada quince días Amo Buddha invita a cenar a sus amigos. Son tres o cuatro a lo sumo y son casi siempre los mismos y varía alguno de vez en cuando. La cocinera prepara alguna cena que los invitados acuerdan por e mail durante la semana. La mucama sirve la cena. Una de las sumisas hacemos de anfitrionas.
Los amigos de Amo Buddha son, según el bien dice, una especie de logia. Se reunen para compartir una comida y el dueño de casa les ofrece a ellos una mujer para que la gocen. Se habla de arte, de economía, mucho de literatura. Nunca un invitado puede hacer en nuestra presencia un comentario vulgar, o un chiste con doble sentido. La más leve transgresión en ese sentido es censurada por el amo con toda firmeza. Los amigos del Amo Buddha son siempre hombre importantes.
Cuando estuve en Madrid y pude presenciar la primer cena de jueves Black Mamba se había vestido de negro, con el vestido más lindo que yo había visto. Se notaba que recibía a los invitados con calidez, pero no era la ama de la casa, ni la esposa del amo. Los invitados le prodigaban piropos y sonrisas que ella contestaba con una sonrisa permanente. Apenas intervenía en la conversación, a no ser que alguien le dirigiese la palabra.
Cuando termianron de comer pasaron al living a tomar cognac y esas cosas. Luego de un largo rato (aclaro que en esa oportunidad yo no me senté a la mesa y miraba todo desde lejos), Black Mamba preguntó quién iba a ser el primero en acompañarla esa noche. Los inviatados se rieron y decidieron entre todos que fuese Manuel, un viejo amigo del Amo el que inicie las velada de cama. Black Mamba se paró, se sacó el vestido y quedó en ropa interior negra, MONUMENTAL, y lo tomó de la mano a Manolo. Lo llevó a la pieza y los otros dos invitados fueron detrás de ellos a la habitación. Amo Buddha se quedó sentado escuchando sus óperas. Yo fui y me quedé apartada de la puerta, pero mirando.
Black Mamba jugó a sacarles las corbatas y los cinturones a algunos, lo tiróa a Manolo en la cama y prendió una velas del dormitorio del Amo. De a uno la fueron cojiendo. Al final ya interactuaba con más de uno, pero todos la trataban con mucha delicadeza. Lo raro es que no había ni muchas risas y todo se hacía casi en silencio, sí se escuchaban los gemidos y grititos de Black Mamba.
Luego de estar varios meses viviendo en Baires, soy yo quien hace ahora de anfitriona. Los amigos de Amo Buddha me tratan con más respeto que si fuese la esposa del Amo y con mucha delicadeza. Son esas relaciones rarísimas que sólo he vivido desde que soy sumisa de mi amo. Una sola vez un invitado me llevó al hotel en que paraba, un español que vino a Baires por trabajo. Sólo me quedé un dia en el hotel y al dia siguiente Amo le mandó una prostituta conocida de él, para que no pase solo la noche.
Cuando sé que alguien va a debutar como invitado en una de las cenas del jueves, me pongo muy nerviosa, temo que el hombre se intimide y arruine todo. Pero nunca pasó. Me siento muy querida y respetada por todos y les tengo un enorme cariño. Un día espero poder hacer que lo sepan.

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